Factores Reproductivos
Publicaciones debajo de ‘Factores Reproductivos’ examinan la asociación de características, intervenciones, y conciencia sobre la salud sexual y reproductiva con la fertilidad y los resultados reproductivos.
Entre las planificadoras de embarazo danesas, un ciclo menstrual más corto fue asociado con más tiempo al quedar embarazada. Otros factores menstruales, incluyendo la edad durante la menarquia (el primer periodo menstrual), cuánto tiempo tomó para que los ciclos menstruales se conviertan regulares después del primer periodo menstrual, y la duración o intensidad del flujo menstrual, no fueron asociados con la fecundidad.
Nosotros estudiamos factores correlacionados con características del ciclo menstrual entre mujeres danesas de 18 a 40 años quienes nunca han dado a luz. Mujeres con poca actividad física y alto consumo de alcohol fueron más probables de tener períodos irregulares. Un IMC alto, fumar, y el consumo de cafeína y alcohol fueron relacionados con ciclos menstruales cortos y sangrado menstrual denso. Mujeres de mediados a finales de sus años treinta tuvieron flujos menstruales más cortos y ligeros, pero una prevalencia más baja de ciclos irregulares, comparadas con mujeres de 18 a 25 años de edad.
Entre planificadoras de embarazo danesas, mujeres quienes usaron anticonceptivos orales (la pastilla anticonceptiva) como su forma más reciente de anticoncepción tuvieron un retraso a corto plazo (~3 ciclos menstruales) en el regreso de la fertilidad. El uso de anticonceptivos orales a largo plazo fue asociado con una poca aumentación de la fecundidad.
En un estudio de planificadoras de embarazo danesas, nosotros observamos que la fecundidad de las mujeres es relativamente estable con la edad hasta que comienza a disminuir desde los años 35 a 40. Los hombres también experimentan una pequeña reducción en fecundidad después de los 35 años. Parejas quienes tuvieron relaciones sexuales por lo menos dos veces a la semana, usaron anticonceptivos no hormonales (comparado con anticonceptivos hormonales) antes de tratar de concebir, y tuvieron relaciones sexuales durante la ventana de fertilidad tuvieron una fecundidad mas alta. Sin embargo, estos comportamientos no compensaron completamente la disminución de fecundidad con la edad.
Entre planificadoras de embarazo danesas, el uso del anticonceptivo oral (la pastilla anticonceptiva) antes de quedar embarazada no fue asociado con el riesgo de pérdida del embarazo antes de las 22 semanas.
Entre planificadoras de embarazo danesas, el uso del anticonceptivo oral (la pastilla anticonceptiva) antes del embarazo pero 6 meses antes de la concepción fue asociado con una pequeña aumentación en el peso del bebe al nacer. Sin embargo, el uso de anticonceptivos orales a largo plazo fue asociado con una pequeña disminución en el peso del bebe al nacer.
Entre planificadoras de embarazo danesas, mujeres quienes tomaron más de doce ciclos para concebir tuvieron un riesgo más alto para varios resultados adversos del nacimiento, incluyendo nacimiento prematuro, peso más bajo del bebe a nacer, trastornos de la placenta, y hemorragia posparto, después de tomar en cuenta el tratamiento de fertilidad. La concepción retrasada no fue asociada con el riesgo para un nacimiento donde el bebe es pequeño para su edad gestacional (peso bajo del bebe al nacer comparado con otros infantes quienes nacieron a la misma edad gestacional).
Entre mujeres quienes previamente habían dado a luz a un niño, esas que dieron a luz vía cesárea con presentación de nalgas o una cesárea planeada con presentación cefálica tuvieron fecundidad reducida comparadas con las que dieron a luz por parto vaginal. Las cesáreas de emergencia con presentación cefálica no fueron asociadas con fecundidad.
Entre planificadoras de embarazo norteamericanas, las mujeres con ciclos de menstruación más cortos (≤26 días) tuvieron una fecundidad más baja que las mujeres con ciclos de menstruación de 27 a 29 días. Mujeres que tuvieron su primer periodo menstrual a la edad <12 años tuvieron una fecundidad más baja que las mujeres que tuvieron su primer periodo menstrual de los 12 a 13 años. La duración e intensidad del flujo menstrual no fue asociado con la fecundidad.
Entre las mujeres, la fecundidad disminuye con la edad en una manera aproximadamente lineal, con una caída un poco más fuerte después de ~37 años. Después de tomar en cuenta la edad de la pareja femenina, la edad masculina no fue relacionada fuertemente con la fecundidad; sin embargo, nuestro estudio no incluye muchos hombres sobre la edad de 45 años
Entre planificadoras de embarazo norteamericanas, el uso de lubricante durante relaciones sexuales no fue asociado con la fecundidad. Esta asociación fue constante a través de diferentes tipos de lubricantes, incluyendo lubricantes fabricados a base de agua, a base de aceite, a base de silicona, y lubricantes “amigables a la fertilidad”.
Entre planificadoras de embarazo norteamericanas, muchas usaron indicadores de fertilidad tal como contando los días o contando el ciclo menstrual, tomando la temperatura basal del cuerpo, monitoreando el fluido cervical, usando pruebas de hormona luteinizante en orina, o sintiendo para cambios en la posición del cérvix. El uso de cualquier indicador de fertilidad fue asociado con fecundidad más alta. No encontramos evidencia consistente de fecundidad mejorada después de usar un indicador de fertilidad específico sobre otro.
Nosotros comparamos la fecundidad de mujeres danesas quienes previamente solo tuvieron nacimientos vivos y las que previamente solo tuvieron abortos espontaneos. Las mujeres que solo tuvieron abortos espontaneos tomaron mas tiempo para concebir, pero tuvieron una probabilidad similar de concebir en 12 ciclos de tratar de quedar embarazada.
El uso de una aplicación para seguir el ciclo menstrual, especialmente en combinación con la observación de uno o más de los indicadores de fertilidad (la temperatura basal del cuerpo, el fluido cervical, la posición del cérvix y/o la hormona luteinizante en la orina), puede aumentar la fecundidad por aproximadamente 12 a 20% para parejas tratando de concebir. Nosotros no encontramos evidencia de fecundidad mejorada cuando uno usa alguna aplicación específica sobre otra.
El hirsutismo es la presencia de pelo en exceso en una forma masculina, y puede indicar un exceso de los andrógenos (una hormona). Entre planificadoras de embarazo norteamericanas, características del ciclo menstrual incluyendo la irregularidad de la menstruación, ciclos largos, y el flujo menstrual denso fueron asociadas con hirsutismo autoinformado.
Un intervalo posparto se refiere al tiempo entre dando a luz y tratando de concebir de nuevo. Entre planificadoras de embarazo norteamericanas, intervalos posparto largos (≥48 meses) fueron asociados con una fecundidad un poco reducida, independientemente de la edad de la mujer. Los intervalos posparto cortos (<12 meses) fueron asociados débilmente con la fecundidad reducida en algunos grupos, incluyendo mujeres con un historial de cesárea y embarazos planeados.
Nosotros evaluamos como las planificadoras de embarazo norteamericanas cambiaron sus comportamientos mientras el tiempo de tratar de quedar embarazada aumentaba. Algunos cambios comunes fueron reducir el consumo de cafeína, alcohol, y marihuana, y aumentar actividades para mejorar las posibilidades para la concepción (p.ej., pruebas de ovulación).
Entre planificadoras de embarazo danesas y norteamericanas, el uso de algunos métodos anticonceptivos hormonales fueron asociados con retrasos en el regreso de la fertilidad. Los anticonceptivos inyectables enseñaron el retraso más largo (cinco a ocho ciclos menstruales). Sin embargo, hubo poco efecto duradero del uso de métodos anticonceptivos hormonales a largo plazo en la fecundidad.
Encontramos diferencias importantes en los informes de frecuencia de relaciones sexuales entre miembros masculinos y femeninos de parejas inscritas en PRESTO. Los factores de relación, incluido el hecho de estar soltero y una relación más larga, fueron asociados con más desacuerdos entre los informes. También descubrimos que cuando las estimaciones de las parejas no coincidían, las parejas femeninas tenían doble probabilidad de informar relaciones sexuales más frecuentes que sus parejas.