Investigación Geoespacial
Los arqueólogos clasifican a Tlajinga como un distrito de Teotihuacán porque suponen que las funciones administrativas seguían una función jerárquica dentro de la ciudad. Tlajinga probablemente albergaba una población de no más de cien habitantes, noventa grupos multifamiliares en conjuntos habitacionales cubriendo aproximadamente un kilómetro cuadrado. Estaban organizados en barrios cuyos residentes interactuaban entre sí. Esta investigación que utiliza varios métodos geoespaciales, pretende comprender el distrito y el nivel de organización que se llevaba a cabo en los barrios. Esta investigación esta supervisada por Luis Barba y el equipo del Laboratorio de Prospección Arqueológica de la UNAM.
Utilizamos una imagen satelital de alta resolución que nos provee de una vista desde las alturas, misma que estamos utilizando de dos formas: la primera para ver los rasgos lineales en áreas al sur de la ciudad que pueden corresponder a canales enterrados que se usaban para el riego de agua corriente; y en segundo lugar para detectar áreas de superficie con manchas blancas que pudieran corresponder a concentraciones de carbonato de calcio como producto de descomposición a la hora de hacer el estuco que se utilizaba para cubrir pisos y estructuras formales, que raramente se observan en Tlajinga en comparación con sitios de la ciudad correspondientes a un alto estrato social dentro de la ciudad.
En el sitio, estamos utilizando métodos terrestres de percepción remota, los cuales incluyen magnetometría, radar de penetración de tierra (GPR) y resistividad eléctrica. Como la mayoría de las construcciones de Teotihuacan estaban hechas con roca ígnea, hemos encontrado que el gradiente magnético es muy efectivo para cubrir áreas muy grandes en donde se pueden observar los contornos y las plantas del interior de los complejos habitacionales. Por otro lado, la resistividad eléctrica y el GPR nos brindan líneas de evidencia complementarias para poder verificar e identificar características culturales y la profundidad de los depósitos. En conjunto, estos métodos nos proveen un entendimiento de lo que hay debajo de la superficie antes de la excavación y permiten hacer una estimación de la variación en el tamaño, el espacio y la organización general de los conjuntos habitacionales.