En fin, el fin.
Pues, ahora tengo que escribir algo sobre Madrid y la única cosa que puedo pensar es qué mala suerte tengo. Este año empezó con mucha esperanza y felicidad porque podía viajar y quedar en Madrid gratis! Nunca pensé que podía tener esta oportunidad. Pero ahora, en retrospectiva, de verdad tengo mucha suerte. Tanto suerte que quizás es demasiado coincidencia. Empezando con los créditos del instituto me dio, tantos créditos que no tenía que repetir algunas clases aburridas. Por lo tanto, tengo la libertad de añadir una especialidad extra de antropología. También no estaba preocupada para completar los requisitos de mis especialidades a tiempo. Todo eso significa que podría haberme graduado este año, pero porque tengo una beca generosa, quería quedar un otro año para tener la experiencia completa. Por lo tanto era con este año extra y la beca generosa por los que pude estudiar en el extranjero sin interrumpir mis especialidades. ¡Y que suerte que podía estudiar antropología en el país que quería viajar desde tenía diez años! Una cosa increíble que todavía no puedo creer es la situación de mi familia española. Antes de llegar, pensé que iba a vivir con una señora sola y no la quería porque me encantaría una familia con niños porque estoy acostumbrada con las familias grandes como la mía. Entonces cuando llegué, Miky me dijo que la señora no podía cuidarme y entonces cambié mi familia española con una familia que no recibió su estudiante tampoco. Entonces nosotros dos fuimos emparejados, y el resto es historia. ¡Me encantó mi familia nueva! Si la nueva familia hubiera recibido su estudiante, y si mi familia inicial era capaz de cuidarme, nosotros dos nunca pudiéramos conocer. Sé que es triste que no podía terminar mi semestre en Madrid, pero también al menos incluso tenía la oportunidad de ir a Madrid de forma gratuita, y vivir con una familia tan maravillosa. Y por lo menos, cuando vuelva a Madrid, tengo algunas amistades cariñosas y relaciones fuertes para volver a. En fin, el fin.