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Comparación entre Córdoba y Madrid
El grupo fue a Córdoba el fin de semana pasado. Hay mucho que ver en Córdoba como las catedrales, el barrio judío que se llama “la judería” y la pared que encierra la ciudad antigua. He aprendido que Madrid tenía una pared en el siglo XV. La vida en Córdoba es mas lenta y tranquila en comparación con Madrid. Aquí tú puedes ver gente que está corriendo por las escaleras en el metro sólo para llegar a su destino un minuto antes. Me di cuenta que el diseño de las ciudades es diferente también. Madrid tiene calles como El Paseo de la Castellana que están rectas. Córdoba tiene calles en todas partes, como una ciudad medieval.
La Plaza de Toros: Ventas
Hoy fui a la plaza de toros de Ventas. Desde mi estación, Alameda de Osuna, solo es un viaje de veinte minutos en el metro. Fui con algunos de mis compañeros de la clase que tengo por la tarde. Éramos un grupo de ocho y vimos una corrida de toros. Esta fue la primera vez que vi una corrida de toros y fue mucho más violenta y cruel de lo que yo había esperado. Un amigo me dijo que los toros viven una vida muy buena antes de las corridas, y durante quince minutos sus vidas son horribles, pero vale la pena. No sé si él tiene razón. Entiendo su idea, y que los toros son importantes para la cultura de España, pero hay muchas cosas terribles también.
Mis cosas favoritas de Madrid
Hoy comienza mi cuarta semana en España. Durante las últimas tres semanas, he descubierto mis cosas favoritas de Madrid. Primero: los churros. Los churros en Madrid son increíbles. En mi opinión, la mejor churrería es la Churrería-Chocolatería Las Farolas de la Calle Fuencarral. Podría llorar cuando como sus churros porque son tan buenos. Otra cosa que es maravillosa de Madrid son los parques. . Hay un énfasis en parques en Madrid que no existe en los Estados Unidos. Mi favorito es el Parque de Santander, que está al lado de Cuatro Caminos. Hay un jardín de rosas que es precioso. Por fin, me encanta la vida nocturna en Madrid. Los jóvenes salen de sus casas a las dos de la mañana para las discotecas y regresan a las seis. Madrid tiene un latido del corazón en la noche. Estas son mis cosas favoritas de Madrid, y yo sé que voy a encontrar más tesoros en esta ciudad.
Como Es Mejor para el Estómago Comer Más Lentamente
En la mayoría de mis experiencias de viajar siempre escucho a mis amigos: “¡Solamente estamos aquí por x días! No tenemos ninguna hora para esperar ni para parar. Tenemos que ver este lugar y ese y aquel y…” Entiendo que hay un deseo de marcar las casillas y decir: “Sí, he visto el lugar A y B y C y D y…,” pero a mí me importa disfrutar el paseo sin preocuparme de donde termina la acera y además me importa recordar que incluso las carreteras tienen límites de velocidad; o sea, como es mejor para el estómago comer más lentamente, es mejor la mente y el alma para viajar más tranquilamente.
En las siguientes fotos, se me puede ver haciendo sólo esto en algunas montañas cerca de Madrid.
El Retiro
El Retiro es un parque muy grande que está en el Centro de Madrid. Me encanta este parque porque me gusta la naturaleza. El Retiro tiene 15.000 árboles y muchas flores diferentes. También tiene arquitectura, historia, y elementos populares como un lago y el Palacio de Velázquez. El parque es muy bonito y hay muchas actividades y deportes. Cuando fui por primera vez con mis amigas, corrimos y jugamos a fútbol. Disfruté mucho del paisaje. Mis partes favoritas fueron el jardín de la rosaleda y el Palacio de Cristal. El jardín de la rosaleda es muy bonito, está la fuente del Ángel Caído y hay muchas rosas. El Palacio de Cristal es encantador y tranquilo. El Retiro es uno de mis lugares favoritos en Madrid. Es un lugar tranquilo donde puedo ir a relajarme y reflexionar.
Después de algunas semanas en Madrid
Me encanta la ciudad de Madrid más y más con cada día nuevo. Ahora, tengo más confianza y puedo explorar la ciudad por mí misma. Entiendo el sistema del Metro y no tengo miedo cuando hablo con los madrileños. Compré un libro en castellano y me gusta leerlo en la Plaza de Olavide o en otros parques. También, he visitado algunos barrios para ver las diferencias. Por ejemplo, durante la semana pasada, fui al Barrio de las Letras con Melissa. Fuimos al Jardín Botánico de Madrid y después comimos tapas en un restaurante típico. Ahora, he vivido en Madrid más de tres semanas y estoy empezando a sentir que realmente vivo aquí y no sólo soy una turista.
-Joliette
Mi primer día en Madrid
Llegar a un nuevo país donde las personas hablan un idioma diferente es una oportunidad increíble, pero el primer día que llegué a España, no fue como imaginaba. Conocí a mi papá de acogida, que era muy agradable, entones dejé mis coas en mi habitación y me aventuré afuera. Mi plan era reunirme con mi amiga en el parque del Retiro, pero mi plan no fue lo que había planeado. En cambio, me sentí muy perdida en el parque y no podía encontrar a mi amiga. Debido a que no tenía wifi, mi única opción era volver a casa de mi familia de acogida, pero la llave que me dieron no funcionaba. En ese momento del día me sentí derrotada, pero aprendí mucho ese día.
La Selva del Metro
Cada mañana, el metro se convierte en un espectáculo de pantomima que muestra las vidas de sus pasajeros. Aquí, los asuntos de la gente están a la vista de todos, cuando decides hablar por teléfono con un amigo o con otra persona que también va en el metro e incluso por tu lenguaje corporal.
Toda la gente usa el metro. Con más de tres millones personas en Madrid, probablemente nunca te encontrarás con la misma persona en esa serpiente debajo de la ciudad. Mi alma artística siempre admira y quiere ver las expresiones románticas entre la gente. Comparándolo con la intimidad de los estadounidenses y de sus expresiones de amor, para mí, nos hemos convertido en los EEUU en algo muy distinto: esperamos tener éxito y tenemos una percepción de nosotros como profesionales e impecables, necesitamos privacidad para nuestras emociones, y tener cuidado de quién confiamos y con quién hablamos. Lo contrario de lo que ocurre en Madrid: dudo que haya gente más extrovertida en el mundo, que quiere ayudarte y no les importa lo que otras personas piensan de ellas.
En el metro, puedes ver muchas muestras de amor y cariño, y también de la curiosidad de la gente y la indiferencia ante las opiniones de los demás. Si viajaras desde Quevedo hasta Sol, por ejemplo, podrías ver la gente diferente que sube al tren: los niños que quieren ir de compras, los adultos de las clases trabajadoras y los empleados de oficinas. Cuando llegue el tren, las novias subirán con sus parejas, se darán una vuelta y se robarán un beso. Además, a nadie le importa esto: puedes ver esta escena, como yo, y sonreír porque cuando ella abra sus ojos, te verá y sonreirá también. O la madre, que en los EEUU, podría ser que estuviera siendo observada con malos ojos por dar de mamar a su bebé, aquí en Madrid no tiene ningún problema, incluso se mira con ternura y cariño.
Pero la gente puede parecer crítica cuando te mira: si hablaras demasiado alto, todas las miradas se volverían hacia ti. Además, como el viaje es tan largo y a veces aburrido, miran fijamente hacia tu ropa. No tienen problema si sus asuntos se hacen públicos. Por ejemplo, me fijé en un hombre que estaba hurgándose la nariz y cuando me vio, me miró a los ojos y continuó haciéndolo. ¡Qué gente!
Mi malentendido
He pasado tres semanas y media en Madrid y no quiero irme nunca. Me encanta la ciudad, me encanta el clima, me encanta la comida y me encanta el idioma. La mayoría de las veces me gusta la gente, pero me tuve que acostumbrar a algunos malentendidos culturales primero. Lo primero que noté cuando llegué era que había muy pocos morenos aquí en Madrid. De los que estaban aquí muy pocos hablaban español. Esto no fue un problema pero fue interesante darme cuenta. El malentendido cultural vino cuando noté las miradas fijas. No importa dónde iba, yo notaba las miradas fijas. Al principio estaba enojada y defensiva, hasta que me di cuenta de que la mayoría de las miradas no eran maliciosas, eran curiosas e intrigadas miradas. Supuse que eran porque soy morena, pero hay más. Un hombre en una discoteca me informó que nunca había visto trenzas como las mías. Tuve que reír porque me di cuenta de que mis trenzas eran las que me hacían más extranjera e intrigante.
Ser Morena en España
¡Hola Chicos!
Hoy, voy a hablar de ser Morena en Madrid. Para comenzar, simplemente me encantaría decir que me encanta Madrid, y es una de las ciudades más liberales al las cuales he estado alguna vez. Me siento muy segura aquí, que no es algo que puedo decir sobre muchas ciudades. ¡En esa nota, vamos a hablar!
Una de las primeras cosas que noté fui las miradas. Honestamente pensé que tenía algo en la cara, la primera vez que fui en el Metro. Las miradas se triple cuando estoy fuera con Joanne o Mamanding, que han reportado el mismo fenómeno. He tenido que acostumbrarme a todo el mundo mirando cada donde voy en la ciudad, cada segundo del día.
Yo he aceptado que quizás muchas personas no están acostumbrados a ver Morenas en el día a día, y eso es bueno. Con todo, me encanta Madrid y no cambiaría mi experiencia, pero todo esto es una experiencia. No hay problema.
¡Hasta la Próxima Vez!