Un viaje a la Casa de Campo

El lunes, decidí ir a Casa de Campo para leer mi libro, El Alquimista (por Paulo Coelho) después de mi última clase del día. Así que después de la clase fui a la estación de metro La Estación de Arte. Estaba esperando el tren cuando un anuncio se me acercó. Debido a todas las personas pobres de la calle en Madrid, muchos de las personas mayores, al principio estaba confundido y pensé que él quería dinero, pero ese no fue el caso. El me dijo que necesitó ir a la estación de Tribunal, y le dije que él estaba en el lugar correcto y para subir el siguiente tren. Pero, cuando el tren llegó, el hombre no lo subió de inmediato, y simplemente miraba a la mapa en la pared. Ese fue el momento que me di cuento que él estaba confundido y necesitaba ayudar. Entonces, dije al hombre “Ven, ven” y él subió el tren, y cuando me dijo que se dirigía a Casa de Campo, decidí ayudarlo llegar allí. Durante el viaje, hablé con él y, mientras que no aprendí su nombre, aprendí que era de un pueblo en el sur de Chile y que estaba en Madrid para vacaciones por una semana, y que él le gustaba Madrid. Después de llegamos a Casa de Campo le dije adiós y caminé por una parte del parque. El parque era hermoso, y me senté en un banco y leí mi libro. Me sentía bien y tranquilo cuando estaba leyendo, especialmente porque ayudé el anciano.

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