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El Museo Cerralbo
El fin de semana pasado, visité el Museo Cerralbo que está cerca del Parque del Oeste. Plané a ir al museo el sábado y viajé por 35 minutos por metro y a pie. Cuando llegué finalmente, los hombres de la seguridad me dijeron “nosotros estamos cerrados” y señalaron al horario en la pared. El horario decía que el museo cierra a las 3:00, pero llegué a las 2:15 de la tarde; decidí que un debate con los hombres sería una pérdida de tiempo. Estaba frustrada que los hombres fueran groseros; también que viajé por la ciudad sólo para aprender que el museo estaba cerrado por una razón desconocida. Pero, no quise perder la tarde y caminé al Parque del Oeste para leer porque tenía mi libro The Book of Joy (era irónico que tuviera este libro conmigo en este día). Hacía sol y era una tarde tranquila. Volví al Museo Cerralbo el domingo, y en mi opinión, es un museo aburrido.
Un Viaje a Granada
La semana pasada, yo y mis amigas fuimos a Granada. Llegamos a la ciudad en autobús después de cinco horas. El airbnb era el más barato pero tuvimos suerte porque era perfecto. Arriba de una montaña, el barrio tenía calles estrechas, aire fresco, y unas vistas espectaculares. También, la habitación era muy moderna y totalmente nuestra. Mi memoria favorita del viaje fue cuando decidimos tener una noche adentro en vez de salir. Hicimos la cena y pasamos tiempo con la gata del barrio. Todas nosotras encantamos a los animales y me hizo feliz que pudiéramos apreciar las cosas pequeñas. De verdad, se sentía como un sueño.
Una experiencia de comer nueva
Para mi segunda blog, tenía la idea de hablar sobre una experiencia nueva en Madrid que pasó en mi primera semana y no era un evento muy grande, pero todavía me sentía muy confundida. Era la primera vez que yo decidía cenar en un restaurante por si misma. Me encanta pasar tiempo con mí misma todo el tiempo así que es muy usual para mi. Compre un aperol spritz (estaba muy entusiasmada cuando llegué a Madrid porque solo tengo veinte años y es que no podría beber en los Estados Unidos) Pues, la camarero me trajo mi bebida y también, un plato de gomitas dulces! Recuerdo que yo estaba mirando al plato y estaba pensando, esto es raro… Pero es obvio que los comí y fueron muy ricas. La proxima dia, tenia cena con mis amigas y la misma cosa pasó! Así que aprendí que los restaurantes pueden traer algo y no debes cuestionar, simplemente comer.
Paseo por la Casa de Campo
Este fin de semana, yo y mis amigos del programa fuimos a Casa de Campo a pasear. Era muy conveniente tener un lugar tan cerca de la ciudad adonde puedes disfrutar la naturaleza. Nos divertimos mucho después de una semana de escuela. Hablamos mucho sobre nuestra experiencia hasta ahora. No sentimos como niños chiquitos correando en la yerba y jugando en el parque. Personalmente, ser afuera es una cosa muy importante por mi salud mental y estaba contentísima. Me hace sonreír cuando veo los bebes y los perros disfrutándolo también. Al final, escalamos la colina y podíamos ver Madrid entera. Era increíble y me sentí muy agradecida de estar aquí.
La feria en el Parque de Berlín
El sábado pasado, fui a una feria en el Parque de Berlín en el barrio Ciudad Jardín. Había muchas atracciones: las norias, los tiovivos y más. También, había comida típica de las ferias: churros, perritos calientes y algodón de azúcar. Mis tres amigas y yo comimos crepés y gofres con Nutella. Creo que la experiencia era paradójica. Mientras la feria estaba en Madrid y toda la gente era de España, la experiencia era muy americana. No había nadie de los Estados Unidos allí, aún la feria era muy similar a las ferias americanas por las atracciones y la comida. Si alguien me dijera que yo estaba en California, yo le habría creído. Tengo una anécdota graciosa de esta experiencia. Nosotras quisimos montar en una atracción y compramos los boletos. Cuando vimos la línea, decidimos que no quisimos esperar. Cada una de nosotras despilfarró cinco euros.
