Un día normal

Camille: ¡Un día en Madrid es estupendo! Normalmente, me despierto a las ocho de la mañana, corro por el parque que hay cerca de mi casa y después, me ducho y me pongo un vestido porque en Madrid hace calor. Desayuno un yogur y un café. Salgo de mi casa a las diez de la mañana y camino al Instituto. Tengo mi primera clase con la Profesora Carmen. Durante el descanso de las clases, voy a la cafetería del instituto para comprar un café con leche. Después tengo clase con la Profesora Mar. Después de mis clases vuelvo a mi casa. Almuerzo con Víctor o con Sara, mi familia española. Siempre como bien. Normalmente, estoy llena y necesito una siesta. Cuando me despierto, hago mi tarea de español. Por la tarde mis amigos y yo vamos a Sol. Bebemos sangría, comemos tapas o caminamos por el centro de Madrid. Finalmente,  a las diez de la noche voy a mi casa para cenar con mi familia española.

Vivian: Hola. Me llamo Vivian. Actualmente estoy viviendo en Madrid con mi familia anfitriona (un matrimonio y dos hijos). Estoy estudiando español en el Instituto Internacional. Normalmente voy a la escuela los días laborables y estoy con mis amigos o con mi familia anfitriona los fines de semana. Tengo tres clases de lunes a jueves. Entre las clases, siempre bebo el café de la cafetería de la escuela. Me gusta mucho. Yo siempre almuerzo en mi casa entre las clases. A veces, echo una siesta antes de la clase de la tarde. Después de las clases, hago tarea y normalmente veo una película o navego por internet. Siempre ceno con mi familia anfitriona a las ocho y media. Me gusta andar, así que voy al parque del Retiro o a la plaza de Olavide cuando tengo tiempo libre.

DanDurante los días que tenía clase, me despertaba el despertador a las nueve y siempre usaba el botón de “Snooze” para dormir de quince a veinte minutos más. Finalmente, me levantaba para lavarme la cara, cepillarme los dientes, etc. Cuando tenía tiempo, hacía café y comía yogur o pan pero no me importaba desayunar. Después, fumaba un cigarrito y corría al metro de Diego de León y tomaba el metro de las diez y veinte. Tenía dos clases de diez y media a una y media y después, volvía al apartamento de Laura para almorzar. Luego, cuando tenía clase de Historia, leía la lectura asignada y cuando no tenía clase, iba a hacer footing. Volvía para cenar y hacía mi gran tarea. Por fin, me duchaba y me iba a dormir.