La Necesidad de Patinar
Es obvio que, cuando viajas, no puedes llevarte todas las cosas que posees. Y cuando dejas cosas concretas sin las que verdaderamente no puedes vivir, tienes un problema. Cuando llegué a Madrid, inicialmente, tuve ese problema, debido al hecho de que no podía traerme mi monopatín de Boston. Sin embargo, después de vivir en Madrid una semana, más o menos, decidí que iba a vivir mi vida así, sin monopatín, no más.
Extrañamente, a pesar del tamaño de la ciudad de Madrid, rápidamente me di cuenta de que es muy difícil encontrar una tienda que venda monopatines o cosas relacionadas con monopatines aquí. Pasé mucho rato buscando alguna tienda que pudiera venderme algo para satisfacer mis deseos y, eventualmente, encontré una tienda llamada «Caribbean Sport Shop». Finalmente, una cosa llevó a la otra y, antes de que lo supiera, estaba patinando en mi nuevo monopatín en España, empezando mi experiencia en La Plaza de Las Ventas. No solía usar monopatines pequeños como el que compré pero, por alguna razón, sentí que lo había tenido toda mi vida. Si fuera capaz de describir ese sentimiento, lo definiría como mágico, pero, si quieres entenderlo, supongo que ¡debes probar a patinar en La Plaza de Las Ventas!